Los representantes y autores de la actual miseria mundial, los mercaderes de la angustia, reunidos en eso que mi apreciado y admirado don Pepe Luis López Bulla, denomina la Casamata Española de Organizaciones Empresariales, han dicho "que no, que tienen más hambre y que necesitan más pobres para poder seguir subsistiendo". Han pegado una patada al tablero y han repetido lo que vienen diciendo desde hace dos años: que ya no juegan más, que se aburren...
Eso que se denomina "el diálogo social", entre los bramidos de unos: desmontemos de una vez la Seguridad Social, con cinco puntitos menos, y los lamentos de los otros: ¡ay!, seis mesecillos más de agonía, a razón de 420€/mes, para los llamados efectos colaterales y paganos de la crísis; todo ello con las fanfarrias y con los altavoces de las primeras planas, los editoriales y las tertulias de los medios-medios, me ha recordado aquello de que el parto de los montes ha parido un ratón: Parturient montes, nascetur ridiculus mus.
Cuando ya se está en el umbral de los cinco millones de parados, cuando los ricos se enriquecen cada vez más; las desigualdades se disparan; cuando la pobreza masiva reaparece y se llenan los comedores sociales; cuando la protección social se desmonta ladrillo a ladrillo, día a día, y se privatizan-externalizan servicios públicos esenciales; cuando se agotan lo recursos y esto se hace insostenible, no es suficiente decirle a la ciudadanía que "en el programa del gobierno no está abaratar el despido", en un raca-raca de consignas y propaganda que intenta inutilmente aplacar el miedo.
Cuando todos constatamos que eso es así, hay que exigir al gobierno, desde el compromiso cívico y el ejercicio activo de ciudadanía , que tome la iniciativa y cumpla con el mandato constitucional.
A saber:
TÍTULO VII. ECONOMÍA Y HACIENDA.
Artículo 128.
1. Toda la riqueza del país en sus distintas formas y sea cual fuere su titularidad está subordinada al interés general.
2. Se reconoce la iniciativa pública en la actividad económica. Mediante Ley se podrá reservar al sector público recursos o servicios esenciales, especialmente en caso de monopolio y asimismo acordar la intervención de empresas cuando así lo exigiere el interés general.
Sendo a tardiña do día nacional de Galicia de 2009.
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