Decía Juan Diego Botto en el Club Siglo XXI el lunes pasado cuando presentaba a Sabanés, que si vives en Madrid es muy raro que no te hayas encontrado a Inés en algún sitio, por alguna razón. Y es verdad, no ha habido conflicto, problema o necesidad en la Comunidad de Madrid por el que no se haya interesado, por el que no haya intentado dar la cara y pelear.
Una de las enormes suertes que me ha tocado vivir en política es coincidir con Inés Sabanés. No sólo porque es buena compañera sino porque además he aprendido mucho. En la escuela de Inés he aprendido que no hay que estar al lado de la gente, hay que ser parte de ellos, que nada de lo que les pasa nos es ajeno, porque también nos pasa a nosotros.
En la escuela de Inés he aprendido que la altura de un político no está en si las batallas son grandes o pequeñas, está en si se está al lado de lo que es justo o no.
En la escuela de Inés he aprendido que en política no existe la suerte, es el trabajo, es tejer cada día puentes, acuerdos, es dar pasos o pasitos hacia delante y superar las situaciones. Es, aparte de representar, servirle a la gente.
En la escuela de Inés he aprendido que no vale sólo con tener razón, hay que mirar atrás y ver si la gente está contigo, si te entiende, si les representas. Hay que contrastar todos los días con la realidad.
En la escuela de Inés he aprendido que no hay que dar a nadie ni nada por perdido, ni por perdido ni por hecho, que hay que trabajar mucho para superar este escenario de talk show que se ha convertido la política, que el titular de periódico no viene del efecto, viene de la argumentación y que el Parlamento es la casa de la palabra y hay que trabajarla.
En la escuela de Inés he aprendido que hay que escuchar antes de hablar y que hay que revisar lo que dices y lo que haces todos los días, que hay que estar al pie del cañón porque representar a los ciudadanos es una cosa muy seria.
Hoy he leído su entrevista en EL PAÍS y estoy orgullosa, triste, pero orgullosa. Parece mentira que nos permitamos tantos lujos. “No voy a ser candidata”, es otra de las lecciones de Inés, lección que otros vamos a aplicar también.
Gracias Inés
- Nota diste blog:
Ánimo Inés, ánimo Reyes: Ambalas dúas sodes patrimonio da esquerda real, non da "cousa" irreal, e a cidadanía enténdevos a vós, non a esa especie de mezquindade e sectarismo político. Non estades soas senón na maioría que representades con tanta dignidade e eficacia como compromiso. O noso desexo de ánimo non é unha formalidade máis, senón para que lle deades uso. Grazas as dúas, e unha forte e fraternal aperta.
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